martes, 6 de octubre de 2009

Un plazo, unos días...

Lágrimas que me impiden ver la pantalla del ordenador con total nitidez, minutos que se hacen eternos observando el reloj mientras espero tener noticias tuyas, promesas que me haces y que nunca cumples, pides perdón creyendo que siempre voy a aceptar tus disculpas, que me voy a quedar con cualquiera de las excusas dichas, pero no todo acaba aquí lo siento... Quizás la que se haya hartado de tantas lágrimas sea yo, quizás la que decida no volver a mirar el reloj esperándote sea yo, ni creerme todas esas palabras bonitas que dices después de haber cometido un error o de haber vuelto a fallarme, quizás decida seguir mi vida aquí, sin ti... Despertar un día con la sensación de tener todo el mundo a tu alrededor, de ser la persona más feliz, con tus mas y tus menos, pero feliz... sintiendo que lo que se te ofrece en esos momentos está asegurado y que nunca te abandonará... Pero el día de mañana, cuando abras los ojos, y sientas que lo que pensabas que permanecería siempre a tu lado, se ha ido... recurrirás a aquello que tantas veces se te ha ofrecido y te darás cuenta de que ya no está, que ha permanecido allí mientras tú solo hacías que darle de lado, había dado todo por ti, defendiendote infinitas veces a cambio de ignorancia, de mentiras, de tan solo tu egoísmo... Pero ya no sirven las excusas, un plazo, unos días, es lo ofrecido para demostrar definitivamente, para darle el final a toda esta mentira que se va alargando con el tiempo y que me hará llegar a la decisión definitiva

No hay comentarios:

Publicar un comentario